HAMMAM: "A mon age je me cache encore pour fumer"  de la dramaturga Argelina Rahayana Obermeyer.

Dirección: Claudia Guerrero Casillas

En colaboración con Colectivo Amasijo

Lugar: Oaxaca, Oax.

Fecha : SEPTIEMBRE 2021

Gracias a la invitación de la actriz y directora de teatro, Claudia Guerrero, hemos estado trabajando en un proyecto de teatro llamado “A mon âge je me cache encore pour fumer” de la escritora franco-argelina Rayhana Obermeyer.


“Me interesó trabajar en torno a esta obra por la apertura que tiene en cuanto a la exploración del cuerpo como territorio de autonomía, como un espacio que guarda distintas historias. Quiero indagar en ese espacio del hamman, como una heterotopía que es como un espacio dentro de otro espacio y como en él, están liberadas, desnudas en total intimidad. El cuerpo como territorio de libertad de autonomía y de gozo.”


Para tomar el texto invitamos a cuatro mujeres de diferentes edades, en donde la más grande tiene 80 años y la menor 20 años, a realizar un proceso de traducción colectiva, replicando con este gesto, el encuentro inter-generacional de mujeres que se da en la obra. La recursividad que nos ofreció este proceso además de perfilarse como un espejo de las conversaciones que sostienen las mujeres en la obra, la nutrió de las visiones, sensibilidades y experiencias de cada una de nuestras traductoras.


La obra que originalmente sucede dentro del espacio de un hamman, será realizada en una casa en Oaxaca dentro de un espacio similar al que describe la autora. El público podrá escuchar y seguir a la obra desplazándose a lo largo de distintos espacios de la casa en dónde la obra sucederá.


Con este proyecto queremos traer a la mano la importancia que resulta cuando se generan espacios para las coaliciones de mujeres, centros de liberación y de poder para hacer frente a la violencia que viven muchas mujeres en su cotidianidad. Nos interesa mostrar cómo en estos centros, el cuidado es lo que predomina y cómo protegerlo y articularlo se vuelve en la prioridad de todas las mujeres.

La obra concluye con una comida en la que las protagonistas se unen con el público a conversar y reflexionar sobre la obra. El colectivo amasijo se encarga de activar y facilitar este encuentro y continuar con esta apología del cuidado materializada en el cocinar y en el alimentar.


Todos los productos utilizados para actuar los cuidados del cuerpo serán adquiridos de selvática, marca local de redes de mujeres.


Sobre la obra y nuestra colaboración:

A lo largo de los años de encuentro de las amasijas, siempre hemos escuchado alguna historia de violencia que nos rodea. Al cortar, al amasar, al deshojar, surgen narrativas sobre la violencia individual y colectiva que nosotras mismas o amigas y familiares cercanas han vivido.


Cómo resultado de este entendimiento, reconocimos la importancia de estos espacios de encuentro que nos liberan, nos refuerzan, nos cuidan y apapachan. Dónde nos reconocemos en las narrativas de las otras, donde sanamos a través de la escucha y la palabra.


A mon âge, je me cache encore pour fumer es una denuncia de la violencia sistemática que oprime a las mujeres argelinas desde años a través de las historias que se comparten en los baños públicos.

Las mujeres que asisten el hammam como aquellas que van a lavarse, encuentran en ese espacio un lugar de desahogo, de fuerza colectiva. Dentro de este espacio plenamente corporal las mujeres encuentran rebeldía y afloran las voces reprimidas que han estado en silencio por demasiado tiempo.


Es a partir de las diferentes acciones de amasijo y de las investigaciones con las que hemos interactuado que entendemos que la sanación es colectiva.

La sanación como la denuncia es colectiva.


Lo que aprendimos en el proceso de traducción


Las mujeres utilizan este centro para lavarse, lo observamos como una metáfora del lavar el trauma, la violencia.


La violencia hacia las mujeres está presente en todas las esferas de su vida, pública y privada y no existe una edad en particular. La mujer joven tiene que dejar la universidad por la violencia de sus compañeros. La mujer mayor sufre violencia física de su esposo, en su casa.


Esta obra fue escrita en 2009 hablando sobre la violencia hacia las mujeres en la época negra de Alegría, hoy 11 años después vemos cómo esa violencia sigue presente en la cotidianidad y es muy importante traerla a la mano como algo que nos afecta constantemente. Sobre todo en un país como México, primer lugar en feminicidios de Latinoamérica.


También esta obra nos enseña cómo a pesar de toda la violencia que reciben las mujeres tienen miles de otros aspectos que más allá de solo verlas como víctimas sino son las encargadas de la reproducción de la vida y del cuidado humano; de cuidar, de curar, de escuchar, de celebrar, de amar.


La enajenación de los países “desarrollados“ hacia los recursos naturales


Muestra como se puede generar espacios de transmisión de conocimiento desde la cotidianidad y el bienestar a través del diálogo intergeneracional.


Nos muestra como cuando el cuidado de la vida y su reproducción se vuelve el objetivo común, las mujeres forman una coalición de poder para mantener la paz.


Decidimos no generar un estilo en común entre las diferentes partes, ya que cada una se vuelve una cuenca para contener la mirada y las experiencias de cada una de las traductoras, al leerlas nos enseña una intimidad individual y una propia reflexión sobre uno misma.